La vida como siempre me lleva las de ganar, y me hace a un lado como un zapato viejo, me recuerda momentos que ya creia olvidados, momentos que traté de enterrar, para seguir adelante como si nada hubiese sucedido, porque realmente queria borrarlos de mi corazón, tengo pena y rabia, aquel que me jure nunca perdonar se ha muerto, sin una explicación, sin siquiera decirme si me quizo, como puede alguien darte la vida, y apartarte de su lado, si yo tambien era parte de él, al mirarme al espejo día a día veo su rostro, porque me parezco a mi padre, un hombre del cual no tengo una sonrisa, solo gritos, llantos, y un horrible rencor por no haberme amado, no era digno no. Hace algunos años lo vi de la mano con su hijo, lo llevaba pacientemente, lo protegia, crei morir, morir de envidia, hubiese querido preguntarle el porque, ahora no tengo la oportunidad, pero la oportunidad de que, como puedo olvidar sus golpes, sus desprecios, Dios no puedo, no fui a su funeral, no llore cuando llamaron para contarme, sin embargo el nudo en la garganta, el insomnio, son mi forma de demostrar que su muerte, no cierra el capitulo de nuestra historia, sino donde empieza mi propio relato. Quiero hacerme la idea que tuve un padre amoroso, al cual amaba mas que nada es este mundo, quiero recordarme paseando en bicicleta a su lado, de la mano.
Esta será para mi, la última vez que hable de mi padre, y de los dolores que por el sentÍ, olvidare la primera vez que me golpeó, el miedo que sentía al oirlo toser a lo lejos, olvidare las ganas de matarlo cada vez que le hacia daño a la mamá, sus abandonos, el rencor que me ha acompañado todos estos años, no le dare la satisfacción de haberme roto la vida, y desde hoy, recogere lo que él me entrego, su unica lección de vida, porque gracias a él aprendi como debo amar a mis hijos.
Descansa en paz Herminio, que de este tu hijo, no volveras a saber, te eximo de no haberme querido, de los errores cometidos, y guardare para mi, la imagen con tu hijo de la mano, como si hubiese sido yo.